jueves, 14 de marzo de 2013

EL ARTE INCAICO


El arte Incaico aunque muchas veces inspirado en lo mágico-religioso fue hijo de la artesanía. Fue arte porque buscó la belleza. Fue artesanía porque los artesanos fueron en sus orígenes sus escultores. El artista profesional no existió en el incario, ocupó su lugar en el Yachachic Runa o artesano prominente, el hombre que por la belleza de su obra la hacía merecedora de ser legada a la posteridad. Esto fue lo que pasó con los eximios arquitectos que dieron forma funcional a la materia pétrea, con los ceramistas, que aprovecharon la elasticidad del barro; y con los tejedores que alcanzaron telas de plumearía cuando no de oro y plata.

Los Incas hacían un gran trabajo manejando plumas de las aves. Eran trabajos respetados, y con las plumas se hacían desde diademas, que solían llevar los sacerdotes y aristócratas, hasta mantos.

En la cerámica, los incas prosperaron bastante. Se dice que su cerámica es la más bonita de toda la cultura precolombina. La mayoría de trabajos de cerámica era para las ceremonias religiosas, y solían consistir en tinajas y otros utensilios de este tipo.

La pintura inca se hacía sobre mantos o murales en las paredes, que se enlucían con barro para poder pintar sobre ellas. En los tejidos, las pinturas se hacían sobre mantos de lana, y se usaban colores vivos.

De la música inca se sabe muy poco, ya que no existen escritos ni obras. Solamente se sabe que la música se utilizaba sobretodo en los servicios religiosos, y que se usaban instrumentos de viento (que simbolizaban al cielo) e instrumentos de percusión (que simbolizaban la naturaleza).

No hay comentarios:

Publicar un comentario